Richard Raskind nace en Nueva York el 19 de agosto de 1934.
Cuando finaliza su periodo escolar se matricula en la Universidad de Yale en donde se le nombra capitán del equipo de tenis masculino. Por problemas de depresión afectiva deja los estudios. Visita médicos y psiquiatras y un año más tarde se matricula en medicina en la University Rochester Medical Center obteniendo excelentes notas y graduándose en 1959 en la especialidad de Otorrinolaringología, cirugía y oftalmología.
Con el fin de continuar su formación médica se une a la Marina de los Estados Unidos en 1963, alcanzando el grado de Comandante. Durante esta estancia continúa jugando al tenis, venciendo tanto en individuales como en dobles en el torneo All Navy y estando incluido entre los veinte mejores jugadores a nivel nacional.
Contrae matrimonio en 1970, fruto del cual nace su único hijo y prosigue participando en competiciones de tenis mientras tiene una extraordinaria carrera como oftalmólogo.
A pesar de conseguir el subcampeonato norteamericano en 1972, en la mayoría de las ocasiones no consigue entrar en los cuadros principales de los torneos importantes, lo que le provoca una gran desilusión.
Pese a no pasar de ser un jugador más en el circuito amateur de los Estados Unidos, su nombre y su recuerdo han pasado a la historia de este deporte.
A mediados de 1976 la jugadora de tenis Renée Richards aparece en el torneo femenino de California siendo la revelación y ganando el título.
Un año más tarde llega a la final de dobles del Abierto de los Estados Unidos perdiendo ante las cabezas de serie número uno, Martina Navratilova y Betty Stove.
En 1979 alcanza la tercera ronda en individuales y las semifinales de dobles mixto junto al rumano Ilie Nastase, cayendo ante los cabezas de serie número uno, los sudafricanos Bob Hewitt y Greer Stevens.
Su presencia en los torneos no pasa desapercibida, es el centro de atención de jugadoras, prensa, directivos y aficionados.
Tras su retirada en 1981, a sus 47 años, se convierte en la entrenadora de Martina Navratilova.
Una vez abandonada su relación con el deporte se dedica a su otra pasión: la medicina.
En 1974 los destinos de ambos se unen.
El Dr. Raskind decide poner fin a su existencia para que Renée Richards pueda solucionar su problema y gozar de una vida plena.
La noticia de la intervención quirúrgica recorre los Estados Unidos y el mundo entero.
Fue motivo de protestas, especialmente en el mundo del tenis, al considerar que ella jugaba con ventaja sobre sus rivales.
La Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA) le prohibe su participación en el US Open de 1976, por lo que Renée lleva el caso a los tribunales.
Finalmente, en 1977 gana la batalla legal en la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU.
Su historia animó a muchas personas que vivían la misma situación a luchar por sus objetivos personales y no sentirse inadaptados.
Su caso trascendió mucho más allá del ámbito tenístico y de lo estrictamente deportivo.
Involucraba una vida y un destino.
El Dr. Raskind y Renée Richards son la misma persona.
Cuando finaliza su periodo escolar se matricula en la Universidad de Yale en donde se le nombra capitán del equipo de tenis masculino. Por problemas de depresión afectiva deja los estudios. Visita médicos y psiquiatras y un año más tarde se matricula en medicina en la University Rochester Medical Center obteniendo excelentes notas y graduándose en 1959 en la especialidad de Otorrinolaringología, cirugía y oftalmología.
Con el fin de continuar su formación médica se une a la Marina de los Estados Unidos en 1963, alcanzando el grado de Comandante. Durante esta estancia continúa jugando al tenis, venciendo tanto en individuales como en dobles en el torneo All Navy y estando incluido entre los veinte mejores jugadores a nivel nacional.
Contrae matrimonio en 1970, fruto del cual nace su único hijo y prosigue participando en competiciones de tenis mientras tiene una extraordinaria carrera como oftalmólogo.
A pesar de conseguir el subcampeonato norteamericano en 1972, en la mayoría de las ocasiones no consigue entrar en los cuadros principales de los torneos importantes, lo que le provoca una gran desilusión.
Pese a no pasar de ser un jugador más en el circuito amateur de los Estados Unidos, su nombre y su recuerdo han pasado a la historia de este deporte.
A mediados de 1976 la jugadora de tenis Renée Richards aparece en el torneo femenino de California siendo la revelación y ganando el título.
Un año más tarde llega a la final de dobles del Abierto de los Estados Unidos perdiendo ante las cabezas de serie número uno, Martina Navratilova y Betty Stove.
En 1979 alcanza la tercera ronda en individuales y las semifinales de dobles mixto junto al rumano Ilie Nastase, cayendo ante los cabezas de serie número uno, los sudafricanos Bob Hewitt y Greer Stevens.
Su presencia en los torneos no pasa desapercibida, es el centro de atención de jugadoras, prensa, directivos y aficionados.
Tras su retirada en 1981, a sus 47 años, se convierte en la entrenadora de Martina Navratilova.
Una vez abandonada su relación con el deporte se dedica a su otra pasión: la medicina.
En 1974 los destinos de ambos se unen.
El Dr. Raskind decide poner fin a su existencia para que Renée Richards pueda solucionar su problema y gozar de una vida plena.
La noticia de la intervención quirúrgica recorre los Estados Unidos y el mundo entero.
Fue motivo de protestas, especialmente en el mundo del tenis, al considerar que ella jugaba con ventaja sobre sus rivales.
La Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA) le prohibe su participación en el US Open de 1976, por lo que Renée lleva el caso a los tribunales.
Finalmente, en 1977 gana la batalla legal en la Corte Suprema de Justicia de los EE.UU.
Su historia animó a muchas personas que vivían la misma situación a luchar por sus objetivos personales y no sentirse inadaptados.
Su caso trascendió mucho más allá del ámbito tenístico y de lo estrictamente deportivo.
Involucraba una vida y un destino.
El Dr. Raskind y Renée Richards son la misma persona.