24 de septiembre de 1988 Estadio Olímpico de Seúl
Final olímpica de 100 metros lisos masculinos
- Calle 1 Robson da Silva - Brasil
- Calle 2 Ray Stewart - Jamaica
- Calle 3 Carl Lewis - USA
- Calle 4 Linford Christie - Gran Bretaña
- Calle 5 Calvin Smith - USA
- Calle 6 Ben Jonhson - Canadá
- Calle 7 Desai Williams - Canadá
- Calle 8 Dennis Mitchell - USA
En la línea de salida comparecen los dos hombres más rápidos del momento. El legendario
Carl Lewis, ganador de 4 oros en los anteriores Juegos y Ben Johnson, campeón del mundo y plusmarquista mundial.
Los otros ilustres finalistas, pese a sus extraordinarias marcas, parecen meros comparsas, atletas de relleno ante el duelo entre Lewis y Johnson.
Una rivalidad que tuvo su primer enfrentamiento en los Juegos Panamericanos de 1980 con victoria para el norteamericano. Tras nueve derrotas consecutivas Johnson le bate por primera vez en 1985 y se fragua entre ellos una tremenda enemistad.
Lewis presume de juego limpio y acusa a Johnson de forma velada de recurrir a prácticas dopantes.
Lewis presume de juego limpio y acusa a Johnson de forma velada de recurrir a prácticas dopantes.
En los Mundiales de Roma ´87 Johnson gana el oro y pulveriza el record mundial de Calvin Smith por 10 centésimas dejándolo en 9.83.
Cinco semanas antes de los JJ.OO. de Seúl, Lewis vence a Johnson en Zúrich después de tres años sin conseguirlo y gana los Trials norteamericanos con un registro de 9.78 no homologado como record mundial por viento favorable.
La tensión entre ellos aumenta con sus cruces de declaraciones previas a la cita olímpica. Se odian mutuamente y la atención mediática de los Juegos se centra en este desafío.
Lewis había colocado un año antes en el ataúd de su padre la medalla de oro en 100 metros de Los Ángeles ´84, es la única que no tiene y promete que ganará otra.
Jonhson quiere venganza por la última derrota sufrida.
El ambiente previo a la prueba es electrizante. No ha existido un antagonismo similar en toda la historia del atletismo. La expectación es máxima, todo el público del estadio grita en favor de uno u otro, millones de espectadores en todo el mundo pendientes de la televisión, todos los corazones laten con gran intensidad. La presión es máxima.
El ambiente previo a la prueba es electrizante. No ha existido un antagonismo similar en toda la historia del atletismo. La expectación es máxima, todo el público del estadio grita en favor de uno u otro, millones de espectadores en todo el mundo pendientes de la televisión, todos los corazones laten con gran intensidad. La presión es máxima.
Los atletas se colocan en los tacos. El tiempo se ralentiza. Lewis mira de reojo a Johnson.
Se hace el silencio esperando el disparo.
Se hace el silencio esperando el disparo.
Johnson sale como un cohete tomando una buena ventaja hasta los 60 metros. Se espera la progresión explosiva de Lewis y que el canadiense no pueda mantener ese ritmo excepcional. Lewis se sale de su calle tres veces por observar a Johnson que sigue acelerando. Nadie puede alcanzarle. Unos metros antes de la meta levanta el brazo derecho con el dedo índice al cielo en señal de victoria mientras lanza una desafiante mirada a Lewis que le contempla con gesto desconsolado.
9.79 !! Nuevo record del mundo.
Segundo es Carl Lewis (9.92); Tercero, Linford Christie (9.97); Cuarto, Calvin Smith (9.99).
El estadio enloquece. Cuatro atletas han bajado de la barrera de los diez segundos.
Algo memorable. Insólito.
Lewis, sabiendo que es uno de los focos de atención, acude a felicitar a Johnson que en un principio le niega el saludo para luego estrecharle la mano fríamente.
Canadá festeja el éxito y se siente muy orgullosa por el triunfo de su ídolo.
Cuarenta y ocho horas después salta la noticia: El rey de los 100 metros ha dado positivo en el control antidopaje.
El mayor escándalo en unos juegos.
Johnson lo niega y habla de un boicot.
Lewis arremete contra él: "todo el mundo sabía que estaba haciendo trampas".
En su país pasa de la gloria a ser un proscrito. Se sienten engañados.
Tras un largo proceso judicial junto a otros atletas canadienses confesó que se había dopado y además llevaba años haciéndolo.
Ben Johnson es desposeído de todos sus títulos y records, siendo sancionado con dos años de suspensión.
La medalla de oro y el record del mundo pasan a manos de Lewis (9.92).
Este lamentable episodio hizo que se fortalecieran las medidas antidopaje en todas las competiciones a partir de ese momento.
Con el paso del tiempo la carrera del siglo quedó marcada para siempre como la carrera del fraude:
9.79 !! Nuevo record del mundo.
Segundo es Carl Lewis (9.92); Tercero, Linford Christie (9.97); Cuarto, Calvin Smith (9.99).
El estadio enloquece. Cuatro atletas han bajado de la barrera de los diez segundos.
Algo memorable. Insólito.
Lewis, sabiendo que es uno de los focos de atención, acude a felicitar a Johnson que en un principio le niega el saludo para luego estrecharle la mano fríamente.
Canadá festeja el éxito y se siente muy orgullosa por el triunfo de su ídolo.
Cuarenta y ocho horas después salta la noticia: El rey de los 100 metros ha dado positivo en el control antidopaje.
El mayor escándalo en unos juegos.
Johnson lo niega y habla de un boicot.
Lewis arremete contra él: "todo el mundo sabía que estaba haciendo trampas".
En su país pasa de la gloria a ser un proscrito. Se sienten engañados.
Tras un largo proceso judicial junto a otros atletas canadienses confesó que se había dopado y además llevaba años haciéndolo.
Ben Johnson es desposeído de todos sus títulos y records, siendo sancionado con dos años de suspensión.
La medalla de oro y el record del mundo pasan a manos de Lewis (9.92).
Este lamentable episodio hizo que se fortalecieran las medidas antidopaje en todas las competiciones a partir de ese momento.
Con el paso del tiempo la carrera del siglo quedó marcada para siempre como la carrera del fraude:
- Ben Johnson volvió a dar positivo en 1993 y fue descalificado de por vida.
- Carl Lewis, dio positivo por tres sustancias prohibidas en los Trials norteamericanos antes de los Juegos pero fue exonerado por positivo involuntario y no se hizo público hasta 2003.
- Linford Christie, tercero en Seúl y oro en Barcelona ´92, dio positivo en Seúl por pseudoefedrina pero fue exculpado al alegar que lo tomó sin saberlo. En 1999 dio positivo por nandrolona y puso fin a su carrera deportiva.
- Dennis Mitchel dio positivo por altos niveles de testosterona en 1998 y fue sancionado con dos años.
- Desai Williams otro pupilo de Charlie Francis, el técnico de Johnson, nunca dio positivo en un control, pero más tarde admitió haber usado esteroides anabolizantes durante toda su carrera.
- Ray Stewart participó en cuatro Juegos Olímpicos y luego fue entrenador. En 2010 fue suspendido de por vida por proporcionar sustancias prohibidas a sus atletas.