Desde los trece años trabaja en un barco. Al principio, como pinche de cocina y más tarde paleando carbón en la sala de máquinas. En esas condiciones extremas de calor va forjando un físico duro y resistente al sufrimiento.
En busca de un futuro más próspero, con veinte años, empieza a trabajar en la industria siderúrgica, en donde sufre dos graves accidentes. En el primero de ellos, una barra de metal incandescente le atraviesa el pie izquierdo destrozándoselo casi por completo y casi dos años después, los engranajes de una máquina le atrapan el pie derecho, sufriendo la amputación de sus cinco dedos.
Con los dos pies prácticamente inútiles, lo que hizo que le apodaran "El Cojo", compra una bicicleta destartalada, llena de óxido y sin ruedas, que el mismo se encarga de reparar.Sobre ella encuentra más facilidad para desplazarse y empieza a entrenar a diario.
En 1907 solicita su inscripción en la Federación Atlética Vizcaína para participar en algunas carreras. En un principio le miran con compasión viendo a un hombre cojo y con una bicicleta ruinosa, pero pronto empieza a destacar por su gran resistencia física.
Sus victorias en carreras locales y regionales hacen que la Federación Vizcaína le nombre representante en el Campeonato de España de 1908 que se celebra en Gijón y al que acude con una bicicleta que le han regalado.
La prueba se disputa sobre un recorrido de 100 km. y a mitad de trayecto los corredores deben firmar en un control de paso. Vicente llega escapado junto a otros tres compañeros de fuga y echando mano de la picaresca es el primero en firmar rompiendo la punta del lápiz para arrancar rápidamente. Los demás tienen que esperar a que el juez saque punta al lapicero con una navaja para poder firmar antes de continuar la marcha. Para entonces, "El Cojo" ya está demasiado lejos y logra proclamarse campeón de España.
Al año siguiente repite título en Valencia aventajando en más de media hora al segundo clasificado y confirmándose como el mejor ciclista español del momento.
Su primer gran triunfo internacional se produce en la Irún-Pamplona-Irún, tras lo cual sólo tiene en mente ser el primer español en participar en el Tour de Francia, carrera creada en 1903 y que en tan sólo siete ediciones se ha consagrado como la más dura de las batallas ciclistas. Los rumores que afirman, que es una amenaza para los participantes, los cuales pasan hambre y sed, padeciendo múltiples enfermedades, no frenan sus aspiraciones.
En la edición de 1910 se ha planificado un recorrido infernal, quince etapas en el que se suben por vez primera los puertos de Aspin, Peyresourde, Tourmalet, Soulor y Aubisque, lo que provoca que una cuarta parte de los inscritos se retire antes de comenzar la prueba.
Vicente Blanco no se echa atrás, ni tan siquiera por la falta de medios económicos que le impiden pagarse un billete de tren hasta París.
Prepara algo de comida en un zurrón y se sube a su bicicleta rumbo a la capital francesa. Tras cinco días de viaje recorriendo los mil cien kilómetros entre Bilbao y París por carreteras descarnadas, llenas de baches y piedras, consigue llegar el día previo al inicio de la carrera, pero extenuado, enfermo y con su bicicleta rota.
Se le otorga el dorsal 55 dentro de la categoría de corredores "isolés", aquellos que compiten solos, sin el apoyo de un equipo y tienen que buscarse la vida para la comida, el alojamiento y la reparación de la bicicleta.
El día 3 de julio toma la salida junto a otros ciento nueve ciclistas en un primer recorrido de 272 km. con final en Roubaix.
Debido a su pobre alimentación y su delicada salud por las caídas y al brutal esfuerzo de los días anteriores sólo puede concluir dos etapas. En la tercera jornada decide abandonar totalmente exhausto. Ahí termina su sueño del Tour de Francia en una edición en la que solo finalizan cuarenta y un ciclistas.
Regresa desde Francia en tren y es recibido en la estación de Bilbao como un verdadero héroe, convirtiéndose en una celebridad.
Nunca más vuelve al Tour y sigue participando en España en distintas carreras y pruebas por etapas, destacando su tercer puesto en la primera Vuelta a Cataluña.
En 1916 deja la bicicleta invirtiendo sus ahorros en diversos negocios ruinosos.
Sólo y arruinado fallece el 24 de mayo de 1957, a los setenta y tres años de edad.
Al año siguiente repite título en Valencia aventajando en más de media hora al segundo clasificado y confirmándose como el mejor ciclista español del momento.
Su primer gran triunfo internacional se produce en la Irún-Pamplona-Irún, tras lo cual sólo tiene en mente ser el primer español en participar en el Tour de Francia, carrera creada en 1903 y que en tan sólo siete ediciones se ha consagrado como la más dura de las batallas ciclistas. Los rumores que afirman, que es una amenaza para los participantes, los cuales pasan hambre y sed, padeciendo múltiples enfermedades, no frenan sus aspiraciones.
En la edición de 1910 se ha planificado un recorrido infernal, quince etapas en el que se suben por vez primera los puertos de Aspin, Peyresourde, Tourmalet, Soulor y Aubisque, lo que provoca que una cuarta parte de los inscritos se retire antes de comenzar la prueba.
Vicente Blanco no se echa atrás, ni tan siquiera por la falta de medios económicos que le impiden pagarse un billete de tren hasta París.
Prepara algo de comida en un zurrón y se sube a su bicicleta rumbo a la capital francesa. Tras cinco días de viaje recorriendo los mil cien kilómetros entre Bilbao y París por carreteras descarnadas, llenas de baches y piedras, consigue llegar el día previo al inicio de la carrera, pero extenuado, enfermo y con su bicicleta rota.
Se le otorga el dorsal 55 dentro de la categoría de corredores "isolés", aquellos que compiten solos, sin el apoyo de un equipo y tienen que buscarse la vida para la comida, el alojamiento y la reparación de la bicicleta.
El día 3 de julio toma la salida junto a otros ciento nueve ciclistas en un primer recorrido de 272 km. con final en Roubaix.
Debido a su pobre alimentación y su delicada salud por las caídas y al brutal esfuerzo de los días anteriores sólo puede concluir dos etapas. En la tercera jornada decide abandonar totalmente exhausto. Ahí termina su sueño del Tour de Francia en una edición en la que solo finalizan cuarenta y un ciclistas.
Regresa desde Francia en tren y es recibido en la estación de Bilbao como un verdadero héroe, convirtiéndose en una celebridad.
Nunca más vuelve al Tour y sigue participando en España en distintas carreras y pruebas por etapas, destacando su tercer puesto en la primera Vuelta a Cataluña.
En 1916 deja la bicicleta invirtiendo sus ahorros en diversos negocios ruinosos.
Sólo y arruinado fallece el 24 de mayo de 1957, a los setenta y tres años de edad.