Vive obsesionado por el baloncesto, todo lo demás es secundario y cada mañana madruga para su entrenamiento individual antes de ir al instituto.
Es un adelantado a su edad tanto física como mentalmente y con quince años pasa a formar parte del primer equipo.
Con Petrovic como líder se hace un club importante, clasificándose consecutivamente en 1982 y 1983 para la final de la Copa Korac (Competición continental predecesora de la Eurocup) perdiendo en ambas contra el Limoges francés.
En el campeonato de liga, el Sibenka alcanza por vez primera en su historia la serie final por el título.
Se enfrenta en su propia cancha en el partido decisivo al Bosna de Sarajevo, al que se impone por 83-82 con dos tiros libres finales de Petrovic que anota 40 puntos.