Hay quien afirma que su espíritu sigue habitando en este estadio. Que continúa animando a su equipo con el corazón.
En cada gol, en cada victoria, en cada título, en cada celebración se mezcla con los jugadores que lo festejan.
Comunión absoluta con unos colores, con un escudo, con una afición.
"Madridista hasta la médula".