A lo largo de la historia del deporte se han producido innumerables casos en los que se ha utilizado cualquier tipo de método ilícito para la consecución de la victoria.
Transgredir los preceptos de las reglas, despreciar a los oponentes, atentar contra la ética deportiva no ha sido obstáculo para que estos maleantes hayan hecho de la conspiración, la estafa y la usurpación, una manera poco digna de alcanzar sus fines.
Dora Ratjen ganó el oro en el Campeonato de Europa de salto de altura en 1940 y compitió en los JJ.OO. de Berlín ´36. Dora era, en realidad, Hernán Ratjen, camarero alemán que fue reclutado por las Juventudes del Partido Nazi para hacerse pasar por mujer y demostrar la superioridad de la raza aria.
La patinadora sobre hielo estadounidense Tonya Harding y su marido, contrataron a un matón para que golpeara, con una barra de hierro en las rodillas de su máxima rival, Nancy Kerrigan, y así, impedirle participar en los JJ.OO. de invierno en Lillehamer en 1994. A pesar de ello, se recuperó a tiempo y obtuvo la medalla de plata. Hardíng sólo pudo ser octava. Fue apartada del patinaje y su marido condenado a dos años de prisión.
En 1983, el boxeador puertorriqueño, Luis Resto propinó una buena paliza a su contrincante Billy Collins, al que apartó del boxeo para siempre. Luego se descubrió que sus guantes habían sido manipulados por su entrenador y sus vendajes endurecidos con yeso. Fue condenado a un año de cárcel y suspendido, de por vida, como técnico.
En el Mundial de Fútbol de 1990, Brasil cayó eliminada 1-0 por Argentina. Años después, el seleccionador argentino Carlos Bilardo admitió haber dado agua con tranquilizantes a los jugadores brasileños durante el partido.
En los JJ.OO. de Montreal ´76, el esgrimista soviético Boris Onischenko accionaba un dispositivo electrónico que falseaba "tocados" en el marcador de sus adversarios. Fue descubierto por el británico Jim Fox que suplicó, de rodillas, a los jueces que revisasen el florete de su rival.
Sylvester Carmouche, jinete que venció en el hipódromo de Vinton en Lousiana en 1990, se escondió entre la niebla mientras el resto de participantes completaba el recorrido, para aparecer en el momento indicado y ganar la prueba. Castigado a 10 años.
David Robertson, durante la clasificación para el Open Británico de golf de 1985, se adelantaba a sus compañeros de partido para colocar la bola donde mejor le convenía dentro del green. Fue descubierto en el hoyo 14 y suspendido del circuito profesional durante 30 años.
Stella Walsh, norteamericana de origen polaco, ganó el oro y la plata respectivamente, en las Olimpiadas de Los Ángeles ´32 y Berlín ´36, en la prueba de 100 m. En 1980 murió asesinada y entonces se descubrió que tenía genitales y cromosomas masculinos.
En los JJ.OO. de Sydney 2000, el equipo español de baloncesto, para discapacitados intelectuales, conquistó la medalla de oro.
Posteriormente se descubrió que 10 de los 12 jugadores del equipo no poseían discapacidad alguna y había varios jugadores que jugaban en la Liga EBA.
Uno de los propios jugadores, que trabajaba como periodista para una revista, denunció el hecho y que casos similares al suyo se daban en atletismo, tenis de mesa y natación.
WE ARE THE CHAMPIONS!
Transgredir los preceptos de las reglas, despreciar a los oponentes, atentar contra la ética deportiva no ha sido obstáculo para que estos maleantes hayan hecho de la conspiración, la estafa y la usurpación, una manera poco digna de alcanzar sus fines.
Dora Ratjen ganó el oro en el Campeonato de Europa de salto de altura en 1940 y compitió en los JJ.OO. de Berlín ´36. Dora era, en realidad, Hernán Ratjen, camarero alemán que fue reclutado por las Juventudes del Partido Nazi para hacerse pasar por mujer y demostrar la superioridad de la raza aria.
La patinadora sobre hielo estadounidense Tonya Harding y su marido, contrataron a un matón para que golpeara, con una barra de hierro en las rodillas de su máxima rival, Nancy Kerrigan, y así, impedirle participar en los JJ.OO. de invierno en Lillehamer en 1994. A pesar de ello, se recuperó a tiempo y obtuvo la medalla de plata. Hardíng sólo pudo ser octava. Fue apartada del patinaje y su marido condenado a dos años de prisión.
En 1983, el boxeador puertorriqueño, Luis Resto propinó una buena paliza a su contrincante Billy Collins, al que apartó del boxeo para siempre. Luego se descubrió que sus guantes habían sido manipulados por su entrenador y sus vendajes endurecidos con yeso. Fue condenado a un año de cárcel y suspendido, de por vida, como técnico.
En el Mundial de Fútbol de 1990, Brasil cayó eliminada 1-0 por Argentina. Años después, el seleccionador argentino Carlos Bilardo admitió haber dado agua con tranquilizantes a los jugadores brasileños durante el partido.
En los JJ.OO. de Montreal ´76, el esgrimista soviético Boris Onischenko accionaba un dispositivo electrónico que falseaba "tocados" en el marcador de sus adversarios. Fue descubierto por el británico Jim Fox que suplicó, de rodillas, a los jueces que revisasen el florete de su rival.
Sylvester Carmouche, jinete que venció en el hipódromo de Vinton en Lousiana en 1990, se escondió entre la niebla mientras el resto de participantes completaba el recorrido, para aparecer en el momento indicado y ganar la prueba. Castigado a 10 años.
David Robertson, durante la clasificación para el Open Británico de golf de 1985, se adelantaba a sus compañeros de partido para colocar la bola donde mejor le convenía dentro del green. Fue descubierto en el hoyo 14 y suspendido del circuito profesional durante 30 años.
Stella Walsh, norteamericana de origen polaco, ganó el oro y la plata respectivamente, en las Olimpiadas de Los Ángeles ´32 y Berlín ´36, en la prueba de 100 m. En 1980 murió asesinada y entonces se descubrió que tenía genitales y cromosomas masculinos.
En los JJ.OO. de Sydney 2000, el equipo español de baloncesto, para discapacitados intelectuales, conquistó la medalla de oro.
Posteriormente se descubrió que 10 de los 12 jugadores del equipo no poseían discapacidad alguna y había varios jugadores que jugaban en la Liga EBA.
Uno de los propios jugadores, que trabajaba como periodista para una revista, denunció el hecho y que casos similares al suyo se daban en atletismo, tenis de mesa y natación.
WE ARE THE CHAMPIONS!