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jueves, 8 de octubre de 2020

* La mañana que Nieto cambió la historia

Angel Nieto Roldán nace en Zamora el 25 de enero de 1947 en el seno de una humilde familia que emigra al barrio madrileño de Vallecas cuando tan solo tiene un año de edad.
A los 11 años comienza como aprendiz en un taller de motos que hay cerca de la pollería que regentan sus padres y tras presenciar su primera carrera en El Retiro de Madrid ya no piensa en otra cosa.
Un día, le dejan subirse a una moto y todos quedan asombrados. 
El dueño del taller le va introduciendo en pruebas para aficionados cuando tiene 13 años y le busca patrocinadores y motos. Todo se le queda pequeño y decide irse a Barcelona que es donde están las fábricas oficiales.
Sueña con ser campeón del mundo y quiere luchar por ello.
Tras su paso por Bultaco y Ducati entra en el departamento de pruebas de la casa Derbi con 16 años. Allí pasa horas atado a una pequeña moto para irse acoplando a ella. Duerme en pensiones o en el colchón de una frutería donde trabaja y llora cada noche por no estar cerca de su familia. 
En febrero de 1965 firma con Ducati consiguiendo su primera victoria en el Campeonato de España. A partir de ese momento su prestigio aumenta y empieza a ser deseado por las principales marcas nacionales.
En 1969 hace por vez primera el campeonato mundial completo y se alza con el título en 50 cc. 
Un año más tarde repite título en 50 cc. y es subcampeón en 125 cc.
De cara al exterior es el primer embajador de nuestro país en este deporte, tanto a nivel de piloto como de tecnología española, pero sus éxitos apenas tienen trascendencia dentro de nuestras fronteras, por lo que empieza a luchar para que se transmitan en directo las carreras por televisión.
Tras ganar su segundo título mundial, el entonces Delegado Nacional de Deportes Juan Antonio Samaranch le promete que el Gran Premio de España del año siguiente se va a televisar.
El 26 de septiembre de 1971 se celebra en el Circuito del Jarama la última prueba del Mundial y Nieto llega con posibilidades de ser campeón del mundo en dos categorías. Por primera vez con televisión en directo, va a intentar la hazaña de conseguir el doblete.
La expectación supera todas las previsiones.
Ochenta mil personas se congregan en torno a él en el circuito madrileño en un ambiente de gran acontecimiento.
En primer lugar se disputa la carrera de 50 cc. en la que tiene que vencer para alzarse con el título, en caso contrario el campeón será el holandés De Vries, cuya Kreidler posee una mayor velocidad punta.
Nieto ha estudiado minuciosamente todo el trazado y decide que su posibilidad esta en la última curva, la de entrada a la recta de meta. Allí debe intentar el adelantamiento en el sitio justo.
Tras darse la salida, Nieto se coloca detrás de De Vries. En la primera vuelta, al llegar a esa curva lo prueba, mira a su rival y mete la moto pero no en el punto exacto. Hace un recto y se va al suelo chocando contra las protecciones. El impacto es duro. Llegan las asistencias y es trasladado en camilla. Ante el hospital del circuito se agolpa una tremenda multitud.
El parte médico confirma conmoción cerebral, herida abierta en la rodilla izquierda y abundantes magulladuras. Se recomienda descanso y observación durante 24 horas.
Al conocerse la noticia, lo que había comenzado como una jornada festiva se transforma en una profunda decepción en apenas un instante y gran parte del público comienza a abandonar el circuito. Nieto, al enterarse de esto, acude a la torre de control y anuncia personalmente por megafonía que vuelva todo el mundo, que va a tomar la salida en 125 cc.
Los aficionados regresan tras porfiar con los vigilantes y porteros de las entradas.
El director médico de la prueba no le autoriza a correr. 
Tras muchas discusiones, el director de carrera asume la responsabilidad. Nada puede frenar la voluntad de Nieto.
La gente se mantiene pegada a los televisores mientras se forma la parrilla de salida. Nieto tiene que ser subido a la motocicleta tras recibir ocho puntos de sutura en vivo en su rodilla. Ni él mismo piensa que pueda terminar la carrera, además la salida se realiza empujando la moto lo que aumenta el suplicio en su maltrecha pierna izquierda.
En medio de una pasión desbordada se da el banderazo inicial. Hay por delante 30 vueltas. El rival ahora es el británico Barry Sheene con Suzuki. Al español le vale ser segundo para proclamarse campeón.
En el primer paso por meta va en cuarto lugar. En esa posición se mantiene, vigilando a sus rivales, hasta la vigésima vuelta en la que empieza a remontar.
En la vuelta veinticinco se pone en cabeza ante el delirio popular, tanto en el circuito como en las casas. Así permanece hasta cruzar la línea de meta y proclamarse campeón del mundo. Muchos espectadores invaden la pista cuando todavía hay corredores completando la última vuelta y es subido a hombros en los boxes. Es su tercer título mundial y el primero en 125 cc.
La tristeza con la que se había iniciado la mañana se convierte en apoteosis.
Tras la entrega de premios es llevado en coche a un hospital y también así poder ponerle a salvo de los aficionados.
Ese día se produce su consagración como figura popular, una jornada épica que cambia la historia de este deporte.
Al día siguiente desplaza al fútbol de las portadas de los periódicos deportivos e incluso del ABC, el diario de referencia de la época.
Un año después, la última prueba se celebraba en Montjuic y llega de nuevo con posibilidades de ser campeón en ambas categorías. En esta ocasión, sí consigue el doblete.
Ángel Nieto ha sido 24 veces campeón de España, ha vencido en 90 Grandes Premios y ha conseguido 13 títulos mundiales, dejando tras de sí un rastro irrepetible.
España es ahora una potencia mundial en motociclismo, tanto en triunfos, como en número de pilotos, patrocinadores y aficionados en el Campeonato del Mundo, asimismo organiza cuatro Grandes Premios, algo sin parangón en cualquier país.
Algo impensable antes de aquel domingo de septiembre de 1971.
El día 26 de julio de 2017, Angel Nieto sufre en Ibiza un grave accidente conduciendo un quad. Como consecuencia del mismo, una semana más tarde, el 3 de agosto, un edema cerebral masivo le provoca la muerte. Tenía 70 años.