En la década de los sesenta se agudiza en la sociedad estadounidense el grave problema de la discriminación racial.
Se producen alzamientos en favor de los derechos civiles de los hombres de raza negra encabezados por Martin Luther King y Malcom X, pero ambos son asesinados lo que encrespa aún más los nervios de la comunidad negra norteamericana.
Surge el Black Power, un movimiento que lucha por conseguir una situación de igualdad en una sociedad muy racista.
El sociólogo Harry Edwards funda el Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, queriendo aprovechar un acontecimiento de la magnitud de los JJ.OO. de Mexico ´68 para efectuar sus reclamaciones.
Muchos atletas y deportistas famosos de raza negra forman parte de él y llegan a plantearse no acudir a los Juegos como forma de protesta.
Finalmente deciden participar y aprovechar este escaparate como herramienta de demanda a nivel mundial.
En la Villa Olímpica lucen pegatinas en favor de esta causa y varios atletas estadounidenses de raza negra exteriorizan de diversas formas estas pretensiones tras sus victorias.
Se producen alzamientos en favor de los derechos civiles de los hombres de raza negra encabezados por Martin Luther King y Malcom X, pero ambos son asesinados lo que encrespa aún más los nervios de la comunidad negra norteamericana.
Surge el Black Power, un movimiento que lucha por conseguir una situación de igualdad en una sociedad muy racista.
El sociólogo Harry Edwards funda el Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, queriendo aprovechar un acontecimiento de la magnitud de los JJ.OO. de Mexico ´68 para efectuar sus reclamaciones.
Muchos atletas y deportistas famosos de raza negra forman parte de él y llegan a plantearse no acudir a los Juegos como forma de protesta.
Finalmente deciden participar y aprovechar este escaparate como herramienta de demanda a nivel mundial.
En la Villa Olímpica lucen pegatinas en favor de esta causa y varios atletas estadounidenses de raza negra exteriorizan de diversas formas estas pretensiones tras sus victorias.
Pero quienes mejor expresan su condena a la segregación son Tommie Smith y John Carlos, realizando el gesto más famoso y con más implicaciones que haya tenido lugar en unos Juegos Olímpicos.