Cuando la ciudad de Tokio es designada como sede de los JJ.OO. de 1964, Japón está emergiendo de las heridas que había provocado la II Guerra Mundial y ve la oportunidad de mostrarle al mundo que puede organizar los mejores Juegos que se hayan llevado a cabo hasta ese momento.
Sus deportistas se preparan a conciencia para honrar a su país y demostrar que pueden competir con los mejores del mundo.En lo que hace referencia al atletismo nipón, no logra una medalla olímpica desde Amsterdam 1928 y
Kokichi Tsuburaya a sus 24 años está considerado como una de sus principales bazas en las pruebas de fondo.