Ramón Arroyo Prieto nace en Bilbao en 1971, está casado y trabaja como ejecutivo en una empresa multinacional.
Una mañana, estando de vacaciones, empieza a notar pérdida de sensibilidad en su mano derecha, debilidad en el brazo y pierna, se traba al hablar, tiene la cara como dormida y presenta problemas de visión.
Se somete a diferentes exámenes médicos.
En un primer momento le dicen que son problemas cervicales, luego que ha sufrido un infarto cerebral, hasta que finalmente le ponen nombre a todos esos síntomas: Escleroris múltiple.
Enfermedad crónica degenerativa del sistema nervioso central que afecta al cerebro y a la médula espinal. Tiene 32 años.
A pesar de recibir distintos tratamientos la enfermedad sigue avanzando, los brotes son continuos, se le llega a paralizar la parte derecha del cuerpo y toca fondo.
Un médico le dice que en poco tiempo no podrá ni tan siquiera recorrer doscientos metros.
Hundido física y anímicamente nace su segundo hijo. Esto agudiza su angustia. Se da cuenta que no puede ni sujetarle en brazos.