Apoyado en el muro de un mirador contempla el mar.
Escuchando el rumor de las aguas del Cantábrico se queda pensativo y viene a su cabeza otro murmullo, el de las gradas de El Molinón entonando su grito de guerra: "¡¡Ahora, Quini, Ahora!!". Era la señal de que El Brujo, el histórico futbolista del Sporting de Gijón se preparaba para hacer una de las suyas en el área del equipo rival.
Con su mirada perdida en el horizonte le invade la nostalgia y empieza a recordar su propia historia. Una vida marcada por sus éxitos deportivos, su secuestro, la muerte de su hermano y el cáncer.