La prueba de maratón femenina entró a formar parte del programa olímpico por primera vez en los Juegos Olímpicos de Los Angeles ´84, a pesar de quienes argumentaban que el cuerpo de la mujer no estaba preparado para un esfuerzo tan grande.
En la ciudad californiana tomaron la salida 50 atletas en unas condiciones de altas temperaturas y elevada humedad en el ambiente, completando el recorrido 44 de ellas.
Con un tiempo de 2 h.24´52", la norteamericana Joan Benoit se alzó con la medalla de oro imponiéndose a la principal favorita, la corredora noruega Grete Waitz 2 h.26´18".
Cerca de media hora más tarde llegaba al estadio la suiza Gabriela Andersen-Scheiss, que un año antes había vencido en dos maratones y que rápidamente captó la atención de todos los espectadores y de las cámaras de televisión.