Más de 150 futbolistas, que estuvieron en activo entre los años 60 y 90, han enfermado o muerto demasiado jóvenes por causas que aún están sin esclarecer. Estas enfermedades y muertes se han asociado al doping, al consumo abusivo de ciertas sustancias.
La mayoría de casos se concentra en los equipos Génova, Torino, Sampdoria y Fiorentina, en los que ex-jugadores menores de 40 años han padecido tumores, problemas cardíacos, leucemias y muertes misteriosas.